Entre cerros y callejones: por qué La Candelaria atrae cada vez más visitantes
Un nuevo formato de hotel reinventa la forma de visitar a Bogotá.
Por:
RCN Radio
Vista desde una terraza en el centro histórico de Bogotá, donde los techos coloniales de La Candelaria contrastan con la vegetación de los cerros orientales y la arquitectura contemporánea que crece en la ciudad.
Foto: Masaya Hostels
Bogotá vive un momento de transformación silenciosa en su industria turística. Aunque la ciudad ha sido históricamente un punto de entrada para viajeros internacionales y epicentro de negocios, en los últimos años ha empezado a posicionarse también como destino de experiencia. Ya no solo como escala, sino como punto de permanencia. En medio de ese cambio, el centro histórico, especialmente La Candelaria, se ha convertido en un laboratorio vivo donde se cruzan la memoria, la arquitectura y una creciente oferta cultural y gastronómica.
Después de un repunte notable en la llegada de visitantes entre 2022 y 2023, los últimos meses han mostrado una desaceleración que preocupa al sector. Uno de los factores más discutidos es el aumento en los precios de los tiquetes aéreos nacionales, que, en temporadas altas, llegan a equipararse con rutas internacionales. Esto ha generado un efecto directo sobre el turismo interno, que había crecido significativamente tras la pandemia. A eso se suma el retiro de incentivos tributarios como la exención del IVA en servicios turísticos, una medida que estuvo vigente hasta mediados del 2022.
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A pesar de este contexto, el turismo en Bogotá mantiene su relevancia. Según cifras del gremio, la ciudad sigue siendo uno de los destinos con mayor oferta cultural en América Latina, con más de 60 museos, decenas de teatros activos y un calendario constante de ferias, conciertos y festivales. La Candelaria, en particular, concentra buena parte de ese ecosistema, y ha comenzado a recibir también una nueva oferta de alojamiento que busca responder a un visitante diferente: más caminante, más consciente y más interesado en lo local.
Un rincón cálido en el corazón de La Candelaria: los espacios comunes integran materiales tradicionales, vegetación interior y una chimenea activa, ideal para descansar tras recorrer el centro histórico de Bogotá.
Hotel Camelia
Nuevas formas de quedarse en el centro de Bogotá
Quedarse en el centro, hasta hace unos años, era una decisión poco habitual. Las opciones de alojamiento estaban enfocadas principalmente en viajeros de negocios, con propuestas más funcionales que experienciales. Sin embargo, esa lógica ha cambiado. Hoy se están abriendo espacios diseñados para quienes quieren explorar la ciudad desde dentro, a pie, sin itinerarios apretados ni traslados largos.
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Una de estas propuestas es Camelia, un hotel ubicado en una casona restaurada en pleno corazón de La Candelaria. El edificio conserva elementos originales de valor patrimonial, como vigas, patios internos y muros de tapia, integrados a un diseño contemporáneo con zonas comunes, terrazas y habitaciones que permiten al visitante mirar la ciudad desde otro ángulo. Entre sus características se destaca una terraza con vista de 360° sobre el centro, equipada con jacuzzi, y un menú que rescata preparaciones típicas como el sancocho o el calentado.
El enfoque de Camelia responde a un modelo más amplio que viene desarrollando la cadena Masaya Hostels, presente también en Cartagena, Medellín y Santa Marta. En este modelo, el alojamiento deja de ser solo un lugar para dormir y se convierte en un punto de conexión con el territorio.
Turismo sostenible y desafíos del modelo urbano
La sostenibilidad es hoy una palabra clave en la conversación turística, pero también un reto logístico. En el caso de Bogotá, la ubicación de los nuevos hoteles en el centro histórico implica adecuaciones cuidadosas, restricciones arquitectónicas y una operación más controlada por el entorno patrimonial. Al mismo tiempo, exige decisiones conscientes frente al uso del agua, la energía y la gestión de residuos.
Jean Sebastian de Lacaze, gerente general del grupo, señala que uno de los objetivos del año es eliminar el plástico de un solo uso en todas las propiedades. También se han implementado sistemas para reducir el desperdicio de alimentos y se prioriza el trabajo con proveedores locales, una estrategia que busca alinear la operación hotelera con los principios del turismo responsable.
El panorama actual muestra un sector en transición. Las grandes ciudades como Bogotá enfrentan el reto de repensarse no solo como destinos de paso, sino como territorios que pueden ofrecer una experiencia integral. En ese camino, alojarse en lugares como La Candelaria deja de ser una alternativa y comienza a convertirse en el plan principal. Ya no se trata solo de visitar el centro: la ciudad ahora también se vive desde adentro.
Fuente: RCN Radio
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