Dolor en Nariño, por muerte de dos militares, tras ataque de las Farc en la Guajira
Se trata de los soldados profesionales Víctor Narváez Pinchao, de 25 años, y Jorge Botina Martínez, de 23 años de edad, quienes se habían vinculado al Ejército con el propósito de mejorar las condiciones económicas de sus familias que pertenecen a los estratos populares y habían fijado sus esperanzas en los uniformados, que hoy regresan a casa convertidos en héroes tras ofrendar sus vidas cumpliendo con su deber.
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Dolor en Nariño, por muerte de dos militares, tras ataque de
Foto: Archivo RCN
En medio del dolor y la consternación los familiares de los militares asesinados, oriundos del municipio de Pasto, esperan darles cristiana sepultura luego a su arribo a esta capital donde serán recibidos como héroes.
El gobernador de Nariño, Raúl delgado Guerrero, manifestó su repudio por el ataque de las Farc en la Guajira y expresó su solidaridad a las familias de los militares asesinados, y pidió a los colombianos contribuir a encontrar caminos de Paz que eviten un baño de sangre como el que causa tanto daño y angustia en humildes familias.
Los uniformados se habían convertido en las esperanza de sus familias que residen en sectores populares de Pasto, y que ahora lloran la partida de sus seres queridos, piden que los violentos no sigan causando dolor en el país.
María Lucrecia Pinchao, quien reside en el barrio Popular en el oriente de la ciudad de Pasto,y es la madre de Víctor Narváez, aseguró en medio de lágrimas a RCN La Radio, que nunca pensó que iba a enfrentar esa situación.
“Desde el momento en que mi hijo se decidió por la carrera militar después de cumplir su servicio obligatorio yo vivía desesperada durante los siete años que llevaba en las filas del Ejército, por los combates que se ven todos los días, sobre todo en la zona donde él se encontraba", dijo la atribulada madre.
Víctor Narváez estudió la básica primaria en la escuela del barrio Popular y el grado sexto en Buesaquillo, luego no quiso estudiar más y se presentó al Ejército para cumplir el servicio militar obligatorio.
Jorge Botina Martínez, también ingresó al Ejército para ayudar a su familia que es de escasos recursos económicos y uno de sus anhelos era regalarle una casa a sus padres para que pudieran vivir en forma digna y no con las necesidades que los agobian.
Los familiares de los dos uniformados están a la espera de los cuerpos de los jóvenes militares, para cumplir las honras fúnebres, en medio de la solidaridad de las autoridades regionales.
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