Adolfo, el perro callejero que encontró en la Policía del Quindío una nueva familia y hoy patrulla con ellos

Todo comenzó en el sector de Cruces, sobre la Autopista del Café.

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Perro Policía - Armenia

Un Perro Policía en Armenia.

Foto: Cortesía: Policía de Quindío.

En medio de los caminos rurales del Quindío, donde el café perfuma el aire y la naturaleza es protagonista, también se tejen historias de solidaridad y humanidad que merecen ser contadas. Una de ellas es la de “Adolfo”, un perrito sin hogar que pasó de deambular por las carreteras buscando alimento, a convertirse en un fiel compañero de patrullaje de los uniformados de la Policía Nacional.

Todo comenzó en el sector de Cruces, sobre la Autopista del Café. Allí, un perro criollo, desorientado y visiblemente afectado por el abandono, llamó la atención de los policías de la subestación de la zona. “Se veía perdido, con hambre, sed... Nos conmovió. Le dimos agua, comida y algo de cariño, y desde ese momento nunca más se fue”, relatan los uniformados que lo acogieron.

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Adolfo, como fue bautizado por ellos, encontró algo más que alimento: halló un hogar, una rutina y, sobre todo, afecto. Con el paso de los días, dejó de ser solo un visitante ocasional y empezó a formar parte activa de la estación. Hoy, camina al lado de los policías en algunos patrullajes, participa en jornadas de acercamiento con la comunidad y se ha ganado el corazón de todos los que lo conocen.

“Es uno más del equipo. Nos acompaña, nos cuida y nos hace compañía. Su presencia ha sido terapéutica y nos recuerda que todos merecen una segunda oportunidad”, afirman desde la institución.

El caso de Adolfo no es un caso aislado. En varias estaciones rurales del departamento, perros sin hogar han sido acogidos por los uniformados, generando un vínculo especial entre la Policía y los animales callejeros.

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Historias como la de Adolfo nos recuerdan que un pequeño gesto puede transformar una vida y también un corazón.

Fuente: Sistema Integrado de Información

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