El Huila avanza en la restitución de tierras a las víctimas de El Quimbo: un paso más hacia la justicia agraria
En total, más de 5.000 hectáreas han sido adquiridas para beneficiar a campesinos y campesinas del Huila.
Por:
Redacción comercial
Foto: ANT
En el departamento del Huila, un paso significativo se ha dado en la lucha por la justicia social y agraria, con la entrega de 193 nuevas hectáreas de tierra a las familias campesinas desplazadas por la construcción de la hidroeléctrica El Quimbo. Este gesto, que se suma a las 941 hectáreas entregadas en septiembre de 2024, lleva a un total de 1.134 hectáreas que ahora están en manos de las víctimas de este megaproyecto en el municipio de Gigante.
El proceso de restitución de tierras es una muestra palpable de la acelerada Reforma Agraria que está impulsando la Agencia Nacional de Tierras (ANT) bajo el liderazgo del Gobierno del Cambio. En total, más de 5.000 hectáreas han sido adquiridas para beneficiar a campesinos y campesinas del Huila, una región donde el despojo y el desplazamiento forzado han sido comunes desde hace décadas. De esas tierras, 3.000 han sido destinadas específicamente para la reparación de los derechos de las víctimas de El Quimbo, cumpliendo así una promesa que muchos habían visto como lejana.
Esta reciente entrega no solo implica la recuperación de tierras, sino también la reparación de una deuda histórica con las comunidades rurales, quienes, durante más de 15 años, clamaron por un espacio para trabajar la tierra y recuperar su sustento. Como expresó Jennifer Chavarro, representante de los campesinos de Asoquimbo, “El director de la ANT nos dio su palabra, y lo que hoy tenemos aquí es una acción que demuestra que sí es posible que el Estado cumpla con las comunidades”.
Ubicadas en Gigante, las tierras entregadas son parte de una oferta voluntaria de sus propietarios, que fueron adquiridas por la ANT como parte del programa especial de dotación de tierras. Este programa busca reparar los daños provocados por el proyecto hidroeléctrico, que inundó cerca de 8.000 hectáreas de tierras productivas, afectando gravemente a las comunidades que dependían de ellas para su sustento.
Lester Fabián Garrido, coordinador de la ANT en el Huila, destacó la importancia de este avance, subrayando que “el movimiento social en Colombia, que es lo que ustedes hoy representan, se hizo gobierno, y eso implica que las tierras ya no son para las multinacionales o el extractivismo, sino para la vida misma”. Este es un mensaje claro de que la lucha por la justicia agraria está ganando terreno y, más allá de la restitución de tierras, se está recuperando la dignidad de las personas que, en el pasado, fueron despojadas de sus recursos.
La entrega de estas tierras marca el comienzo de una nueva etapa para las familias rurales huilenses, quienes, a través de años de resistencia y unidad, finalmente ven sus derechos reconocidos. Hoy, más que nunca, se consolida la esperanza de una paz duradera en el campo, con el campesinado como protagonista de un proceso transformador que promete devolverle al Huila y a Colombia una verdadera justicia agraria.
Siga las noticias de RCN Radio en Whatsapp