Fuga de agua en casa por las fuertes lluvias: ¿quién debe asumir los daños?
La necesidad de reparaciones puede generar diferencias entre propietarios e inquilinos.

¡Pilas! Sectores de Itagüí y Envigado se quedarán sin agua esta semana
Foto: Freepik
Las lluvias intensas pueden generar afectaciones en algunos inmuebles, ocasionando filtraciones, acumulación de agua o fallas en el sistema de tuberías. Ante estas situaciones, se requieren intervenciones para mantener la vivienda en buenas condiciones y evitar daños mayores.
La necesidad de reparaciones puede generar diferencias entre propietarios e inquilinos sobre la responsabilidad de dichas intervenciones. La delimitación de responsabilidades sobre la conservación de la vivienda es un aspecto que debe ser acordado de manera clara para evitar disputas.
Un punto de debate que suele ser común es definir quién asume los costos de reparación. Algunas intervenciones pueden ser atribuidas al arrendador, mientras que otras son asumidas por el arrendatario, dependiendo de la naturaleza del daño y de lo estipulado en el contrato.
De interés: Casos en que NO le pueden aumentar el arriendo en 2025
Para reducir el riesgo de desacuerdos, es recomendable que ambas partes revisen detalladamente los términos del contrato antes de la firma y mantengan registros de las condiciones del inmueble. La comunicación entre propietarios e inquilinos es fundamental ante reparaciones y facilita la conservación de la propiedad en condiciones adecuadas durante el tiempo de arrendamiento.
¿Quién debe responder por una fuga de agua?
Las fugas de agua en viviendas arrendadas pueden ocurrir debido al desgaste estructural, la antigüedad del inmueble o a problemas en las instalaciones. La identificación del origen del daño es esencial para solucionar la falla y luego determinar quién debe asumir los costos.
Para definir la responsabilidad de los arreglos, es necesario establecer si se trata de una reparación menor o mayor. Las reparaciones menores suelen estar a cargo del arrendatario, mientras que las mayores corresponden al arrendador, según lo estipulado en los contratos de arrendamiento y la normativa vigente.
Lea también:El error que cometen muchos arrendadores con sus viviendas y que pocos conocen
Las reparaciones esenciales garantizan que la vivienda siga siendo habitable. Casos como fugas de agua, reemplazo de tuberías defectuosas o fallas en el sistema eléctrico suelen ser asumidos por el arrendador, dado que afectan el funcionamiento general de la propiedad y su seguridad estructural.
En temporadas de lluvias, los problemas de filtraciones en techos o goteras pueden incrementar la necesidad de reparaciones urgentes. El arrendador tiene la obligación de atender estos daños para evitar deterioros mayores y asegurar condiciones adecuadas en el inmueble.
Si el arrendador no ejecuta las reparaciones en un tiempo oportuno, el arrendatario puede intervenir para solucionar el problema, notificando previamente al propietario y documentando los gastos. En estos casos, es posible solicitar un reembolso, siempre que los daños no sean consecuencia de un uso inadecuado de la vivienda.
Mantener una comunicación clara y documentar las condiciones del inmueble al inicio del contrato contribuye a la gestión eficiente de las reparaciones. La revisión periódica de las instalaciones puede prevenir daños mayores y reducir disputas entre arrendadores y arrendatarios.
Fuente: Sistema Integrado Digital
Siga las noticias de RCN Radio en Whatsapp