Caterine Ibargüen: una niña pequeña e inquieta
La atleta colombiana Caterine Ibargüen es una de las principales cartas nacionales para conseguir una nueva medalla en los Olímpicos de Londres. Pero la antioqueña no solo ha sido reconocida por ser una de las mejores saltadoras del planeta, también por su innegable talento desde que era muy pequeña.
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Caterine Ibargüen: una niña pequeña e inquieta
Foto: Archivo RCN
Buena parte de la infancia, Caterine, la vivió junto a su abuela, la señora Ayola Rivas, pues sus padres, Francisca y William se separaron. El se fue a vivir a Venezuela y su mamá se empleó en servicios generales en casas de familia.
Justamente la abuela de Caterine cuenta que a ella le tocó cuidar de su nieta debido a la violencia que se vivía en Apartadó (Antioquia) hace más de veinte años. No había mucha comida en su casa y tampoco dinero para asistir a las aulas de clase.
Con dificultades económicas y problemas sociales, la abuela de Caterine logró que su nieta ingrese al colegio San Francisco de Asís, de Apartadó. Allí Ibargüen aprendió que el nombre de su población en el idioma katío significa “río de plátanos”.
Wilder Zapata fue el hombre que descubrió a la mujer que hoy tiene soñando a todo un país con la medalla dorada. Eso sucedió en unos juegos Intercolegiados, cuando decidió ponerla en la lista de partida de los 75 y 150 metros planos (distancias infantiles). A los 14 años de edad Catherine Ibargüen se fue para Medellín.
Ya instalada en la ‘Capital de la Montaña’, Ibargüen fue trabajada táctica y técnicamente por la entrenadora cubana Regla Sandrino, quien le infundó el gusto y la práctica por las diferentes modalidades de salto (alto, largo, triple).
Así como algún día abandonó su pueblo natal, Ibargüen dejó su país. Desde el año 2007 se radica en Puerto Rico, país en donde estudia enfermería en la Universidad Metropolitana y es orientada deportivamente por el entrenador cubano Ubaldo Duany, quien le recomendó dedicarse exclusivamente al salto triple.
Solo hasta los 27 años de edad Caterine Ibargüen empieza a ver dinero en su carrera como deportista: 1.8 millones mensuales gracias al programa ‘Altius’, más premios y otra suma importante que le proporciona Indeportes Antioquia.
Sin embargo, la antioqueña ha afirmado en reiteradas ocasiones que ese monto no le alcanza para pagar el arriendo de la casa en la que vive su mamá, en Turbo (Antioquia), suma que corre por cuenta de la deportista que hoy puede darle más glorias al deporte colombiano.
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