Por: RCN Radio
De acuerdo con Wirecutter de The New York Times en una nota del año 2020, resalta que las recetas escritas del jabón datan de 5.000 años atrás en la Mesopotamia, Egipto, la antigua Grecia y Roma.
En este mismo artículo se explica que lo resbaladizo de un jabón disminuye la tensión superficial del agua con la que se mezcla y al frotarte las manos por ejemplo.
Permite que la suciedad se adhiera temporalmente al agua y al jabón; esto mismo ocurre con los virus y las bacterias y por lo tanto, estos se mezclan de tal manera que se desprenden de la superficie y se deslizan al enjuagar hacia el drenaje.
Esta acción química y mecánica hace más efectivos a los jabones y al agua en esta función respecto a los geles sanitizantes. Y aunque, seguramente a lo que le llamas jabón hoy en día, nada tiene que ver con los jabones preparados antiguamente.
Paralelamente, en un artículo más reciente publicado por el American Journal of Infection Control hecho a nivel hospitalario que trató de comparar la contaminación de las barras de jabón versus el jabón líquido, demostró que el 62 % de las primeras están contaminadas.
Entonces, con esto se podría deducir que aunque los jabones sólidos como los líquidos son igual de eficaces para eliminar los microbios en nuestra piel porque contienen surfactantes.
Finalmente, los CDC reportan que en los estudios científicos, los jabones antibacteriales no otorgan un beneficio adicional a la salud que los tradicionales, solamente cuando se trata de los profesionales en entornos de atención a la salud.