Fotografía deportiva

Por: Inaldo Pérez

La fotografía deportiva es una disciplina muy especial y sus profesionales suelen ser fácilmente identificados en los eventos deportivos por llevar grandes y pesados lentes y cámaras.

Su trabajo es muy cambiante, y no por continuos viajes, sino porque las condiciones de luz en las que se mueven suelen ser muy pobres y el motivo principal de las fotos casi siempre está relacionado con la velocidad.

Trabajar de noche o en sitios cerrados exige trabajar con velocidades de obturación altas, lo que obliga a emplear también ISOs altos, utilizar los objetivos más luminosos del mercado y sacar partido al máximo de los sistemas AF (autofocus).

Por otro lado, otro aspecto fundamental de su labor es el que tiene que ver con el tipo de actividad que se pretende fotografiar. Conocer el deporte en cuestión se hace muy necesario para poder adelantarse a la acción.

Sin duda, el fútbol es el deporte rey a nivel mundial por eso ser fotógrafo deportivo y dedicarse a cubrir la liga de fútbol profesional local o nacional, el fútbol está considerada la más importante del mundo.

El equipo principal de cualquier fotógrafo deportivo consta de 2 cámaras  profesionales de disparo continuo en rafaga, un teleobjetivo entre 300 y 400 mm de luminosidad 2,0 o en su defecto 4,0 y un lente gran angular 17mm diafragma 2,0.

A su vez los fotógrafos deportivos utilizan aparte de las cámaras y lentes un portátil para editar sus fotografías y una conexión a internet para enviar las gráficas a sus medios.