Pulgar arriba de Musk para líderes del Ejército que se van a autodespedir
Musk y el vicepresidente JD Vance se habían reunido en marzo con altos mandos del Ejército en marzo para convenserles.
Por:
Juan Camilo Cely
Cuestionan cercanía de Elon Musk con Trump en el gobierno de EE.UU.
Foto: AFP
Frente a una creciente presión para recortar gastos, los líderes del Ejército estadounidense han lanzado una reforma sin precedentes: reducir drásticamente su propia estructura, eliminar programas obsoletos y limitar la injerencia del Congreso en sus decisiones presupuestarias. El movimiento cuenta con el respaldo de figuras clave de la administración Trump y de Elon Musk, quien participó personalmente en las discusiones estratégicas.
El proceso se inició durante una reunión en la Casa Blanca en marzo, a la que asistieron el vicepresidente J.D. Vance, veterano de la Marina; el secretario del Ejército Dan Driscoll; y el jefe del Estado Mayor del Ejército, general Randy George. Según confirmaron tres funcionarios de defensa al medio NBC News, Musk se sumó a la reunión poco después de iniciada para apoyar los planes de autorreforma radical presentados por los líderes militares.
“No nos DOGE; nos DOGEaremos a nosotros mismos”, fue la consigna informal elegida por los presentes, en alusión a la sigla del nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental y al impulso interno por liderar el cambio antes de que sea impuesto desde el exterior.
El Ejército pretende recortar cientos de millones de dólares mediante la eliminación de programas considerados ineficientes, la consolidación de comandos y la reducción de personal civil y militar. Entre los objetivos prioritarios se encuentran la eliminación de entre un 8% y un 20% de la fuerza laboral civil, con una estimación inicial de hasta 20.000 recortes.
“Para dotar a nuestros soldados de herramientas modernas y letales, debemos superar la obsolescencia”, declaró el coronel Dave Butler. “Debemos dejar de gastar en equipos obsoletos e invertir en tecnología para ganar guerras”.
Programas en la mira
Dos de los programas que serán recortados son el Vehículo Táctico Ligero Conjunto (JLTV) y el Humvee, en favor del nuevo Vehículo de Escuadrón de Infantería (ISV). También se contempla el fin de compras de la variante Delta del helicóptero AH-64 Apache, priorizando el modelo AH-64E, así como el reemplazo del dron Gray Eagle por plataformas más modernas. Otros siete programas adicionales se encuentran bajo revisión.
Driscoll y George también propusieron fusionar comandos como el Ejército Norte, el Ejército Sur y el Comando de Futuros, lo que implicaría eliminar cargos de oficiales generales y estructuras duplicadas. “Al combinar los cuarteles generales y reducir los puestos de oficiales generales, priorizaremos las formaciones de maniobra que luchan y ganan las guerras de nuestra nación”, explicó Butler.
Una batalla contra el Congreso
Históricamente, el Ejército ha denunciado que el Congreso obliga a mantener programas por razones políticas, como la creación de empleos en distritos clave. Para sortear esa influencia, el Pentágono planea firmar esta semana una “Directiva del Departamento de Defensa” que otorgaría mayor autonomía al Ejército en sus compras, evitando que los legisladores interfieran en decisiones técnicas.
El tema es tan delicado que los funcionarios involucrados han debido firmar acuerdos de confidencialidad, y la campaña incluye una estrategia pública inédita.
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Una campaña de comunicación sin precedentes
Driscoll ha contratado a la consultora MAD Global Strategy para llevar a cabo una campaña de persuasión dirigida a la opinión pública y al Congreso. La firma —que tiene entre sus socios a Jai Chabria, ex estratega jefe de la campaña de Vance— elaborará materiales que expliquen por qué ciertos programas deben ser cancelados.
Los mensajes incluirán ejemplos como vehículos que no pueden cruzar puentes de entrenamiento por su peso, software costoso que podría desarrollarse internamente o el alto coste de mantener edificios históricos que ya no sirven al propósito operativo.
“En los últimos veinte años, el personal y los gastos generales se han vuelto excesivos y ineficaces”, escribió Butler. Según funcionarios de defensa, es la primera vez en la historia reciente que el Ejército revela debilidades intencionadamente en sus propios programas para justificar su eliminación ante el Congreso y los votantes.
Fuente: Sistema Integrado de Información
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