Agencia Espacial Europea paga más de $20 millones por pasar 10 días metido en la cama, así aplica este trabajo
Descubra de qué se trata este trabajo y por qué ofrece una millonaria paga.
Por:
Cristian Serrano
La agencia espacial europea (ESA) paga un millonario sueldo por dormir 10 días seguidos en cama.
Foto: Creada con la IA de ImageFX
Es común que algunas personas digan en tono de broma que les encantaría tener un trabajo en el que les pagaran por dormir, pues recientemente en Europa se lanzó una curiosa oferta de trabajo donde no hay reuniones ni estrés laboral, pues la única responsabilidad del trabajador era permanecer acostada sin moverse por casi diez días.
Esa fue la apuesta de la Agencia Espacial Europea (ESA) con su experimento Vivaldi III, mediante una investigación que tenía el propósito de simular los efectos de la microgravedad en el cuerpo humano, sin tener que abandonar el planeta Tierra. Por un pago de 5.000 euros (más de $22 millones al cambio de hoy), los participantes debían aceptar someterse a una experiencia extrema donde cada movimiento del cuerpo estaría regulado por los científicos.
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Dicho estudio fue desarrollado en las instalaciones de la Clínica Espacial Medes del Hospital Universitario de Toulouse,en Francia, con el objetivo de analizar las consecuencias de la ingravidez en los astronautas y así obtener información que ayude a desarrollar estrategias que permitan cuidar la salud de los cosmonautas durante largos viajes en espacio exterior.
LA ESA usa una maquina que analiza el cuerpo en un espacio sin gravedad, durante un estudio.
ESA
¿Cómo se desarrolló el experimento Vivaldi III?
Este estudio reclutó a 20 voluntarios, quienes deberán pasar 21 días en el hospital, de los cuales 10 serán completamente inmovilizados en una cama especial. Pero el proceso no es tan sencillo como parece: los participantes estuvieron sometidos a estrictas condiciones para replicar lo que sucede en el espacio.
Durante la investigación se aplicaron dos métodos principales para simular la microgravedad:
1. Inmersión en seco: flotando sin tocar el agua
Algunos voluntarios son colocados en bañeras cubiertas por una tela impermeable, lo que les permite flotar sin contacto directo con el agua. Esta técnica imita la ingravidez, ya que reduce la presión sobre el cuerpo y genera cambios similares a los experimentados por los astronautas.
Durante este periodo, no pueden ponerse de pie en ningún momento. Para alimentarse, usan una tabla flotante y almohadas especiales, y las actividades diarias, como la higiene personal, son asistidas por el personal del estudio sin que abandonen su posición.
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Este método no solo busca simular la microgravedad, también pretende analizar cómo se ven afectados los músculos, huesos, sistema neurológico, cardiovascular y metabólico. Adicionalmente, ofrece datos valiosos que ayudan se evalúar el impacto en la visión y el sistema inmunológico, lo que ayudará a desarrollar estrategias para futuras misiones espaciales.
La ESA utiliza una maquina que imita la ingravidez para analizar sus efectos en el cuerpo humano.
ESA
2. Camas inclinadas con la cabeza hacia abajo
Otro grupo de voluntarios debe pasar los 10 días en camas inclinadas con la cabeza ligeramente más baja que los pies. Esta postura causa un desplazamiento de líquidos hacia la parte superior del cuerpo, para así recrear lo que ocurre en un entorno sin gravedad.
Estudios anteriores han demostrado que dicha técnica ayuda a comprender cambios cardiovasculares y metabólicos, claves para la exploración espacial.
La combinación de ambas técnicas en el estudio Vivaldi III permitió comparar con más elementos los efectos de la ingravidez y así entender mejor cómo reacciona el cuerpo humano en dicha condición.
"Al extender la duración de la inmersión seca y compararla con el reposo en cama, podemos entender mejor los efectos fisiológicos de la ingravidez y cómo se complementan estas técnicas," explicó Ann-Kathrin Vlacil, líder del equipo de exploración humana de la ESA en una entrevista para la prensa europea.
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¿Por qué es importante este estudio?
El cuerpo humano se ha adaptado durante siglos para poder vivir bajo la gravedad terrestre. Por ese motivo, cuando los astronautas permanecen largos periodos de tiempo en el espacio, sufren varios problemas físicos como:
- Pérdida de masa muscular y densidad ósea debido a la falta de esfuerzo físico.
- Redistribución de líquidos, lo que puede generar problemas de visión y aumento de la presión intracraneal.
- Cambios en el metabolismo y el sistema cardiovascular, afectando la circulación y la regulación de la glucosa.
El experimento Vivaldi III permite a los científicos analizar estos efectos en un entorno controlado y probar estrategias para reducir los efectos y posibles riesgos a la salud en medio futuras misiones espaciales que durarían meses e incluso años.
Aunque este estudio tiene como objetivo principal ayudar a los astronautas, sus hallazgos podrían beneficiar a muchas otras personas en la Tierra. En su momento, Marc-Antoine Custaud, responsable de la campaña de la ESA, indicó a la prensa que esta investigación también podría aportar soluciones para:
- Pacientes postrados en cama durante largos períodos.
- Personas con enfermedades musculoesqueléticas que reducen su movilidad.
- Adultos mayores con problemas de circulación y pérdida ósea.
Los datos recopilados podrían ayudar a desarrollar nuevas técnicas de fisioterapia y dispositivos médicos que mejoren la calidad de vida de estas poblaciones.
"Reducir la brecha entre la investigación espacial y los estudios en Tierra es clave para la exploración humana del espacio. Nuestros hallazgos pueden tener un impacto significativo en la medicina terrestre, especialmente en afecciones asociadas al envejecimiento", destaca Custaud.
¿Vale la pena ese sacrificio?
A simple vista, pasar 10 días en la cama a cambio de 22 millones de pesos suena como un trabajo soñado. Sin embargo, los voluntarios deben cumplir con condiciones estrictas, soportar la inmovilidad absoluta y resistir los cambios que ese experimento provacría en sus cuerpos.
Fuente: Sistema Integrado Digital
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